Mayo de 2021

El perfil de roca del Anboto destaca majestuoso, no en vano es la principal residencia de Mari, una de las más relevantes figuras de nuestra mitología. Subimos hasta el Urkiolagirre (Urkiolamendi), bajamos y una pista nos lleva hasta el cruce, en él giramos a la izquierda y nos adentramos en una zona boscosa que en pronunciada ascensión nos lleva hasta la arista, ésta culmina en la cumbre.

Para volver, en vez de regresar por la misma ruta, optamos por descender hacia el sureste para disfrutar del espectacular Ojo de Ezkillar. Al llegar abajo giraremos hacia el oeste por una pista que entre hayas nos lleva de nuevo hasta la base del Urkiolagirre, que esta vez rodearemos para llegar de nuevo al Santuario de Urkiola.